Miro el
horizonte, desde un punto hasta el otro en la lejanía. Mi vista contempla un
arco iris recién aparecido como si fuera para mí después de la tormenta…
…y me quedo
así, inmóvil contemplando esa alquimia natural de nuestro cielo. Ya no me
siento insulsa como antes de haber contemplado el panorama.
Voy
siguiendo como un paradigma los pasos de mi corazón, los que cada día, al
despertar, me dejan agendada la tarea…
Y en ese
arco iris que asoma en mi vida, están los colores que le dan sentido a mis días…
veo en ellos el rosado de la alegría; a la felicidad buscándola donde se inicia
el rosa mas oscuro y en el arco multicolor mas profundo veo extenderse hacia mi
una caricia que me envuelve en verdes azulinos y me calma.
Entonces,
siento y veo que detrás de la tormenta y con lo poco que va quedando de colores
en el cielo, aparece el resplandor del sol con su luz aclarándolo todo,
haciendo visible lo invisible, transformando el día con la magia que deja la
misma magia, el amor cuando entra en nuestra vida y así, en el mas bello crisol,
voy guardando lo vivido, quedando en mis retinas la perfección del día y la
enseñanza que lo bello, lo que nos deja hermosas sensaciones no es eterno…
Lucy Vicente - Derechos Reservados©