Dicen
que los poetas somos un poco locos; que tenemos la cabeza llena de cosas raras,
que somos un poco bohemios, sentimentales, que vivimos en las nubes… que nos
perdemos en letras, que tenemos la sensibilidad pegada en la piel; que creemos
que el amor existe; que todo puede cambiar de la noche a la mañana con un
puñado de palabras; que lo triste puede
convertirse en alegría; que vivimos observando a nuestra alrededor para ver
sobre que podemos escribir, a quienes “copiar” en palabras en un poema o declararle
nuestro amor…
Esas
cosas que al resto de la gente puede no importarle…los pájaros, oímos su canto
y nos sirve de música inspiradora, las flores, nos perfuman y su color no alienta
el alma y mueve nuestras fibras íntimas… el llanto de los niños, el dolor, la
injusticia… Nosotros los poetas, los escritores somos como vos que nos lees,
pero, miramos la vida desde otro ángulo, el de la escritura y la transformación
en palabras y las dibujamos luego en un papel con aromas a poemas, cuentos,
prosas, relatos, anécdotas, historias… Cada cosa que pasa a nuestro alrededor
es motivo de inspiración y esa inspiración nos carga las baterías para echar a
rodar nuestro más insólito escrito… Queremos que quien nos lea pueda verse
reflejado en esas palabras o tal vez servirle en algún momento de la vida. Hay
quienes no pueden expresar con la voz muchas cosas por pudor, por timidez, por
faltar esa palabra justa… el escrito sirve y alcanza…
A
veces a nosotros tampoco llegan las palabras a la cita y nuestra mente queda
callada, en reposo, a la espera de la próxima señal que emita nuestro corazón o
muestren nuestros ojos…
Nosotros,
los poetas, SI, ¡¡ somos un poco locos!! Vivimos creando, imaginando,
construyendo aun los castillos en el aire, llorando, riendo, enamorándonos tal
vez de una quimera y regalándole un poema…
Pero,
prefiero ser un poeta loco que ande por el mundo transformando letras, antes de
ser una mente oscura sin ver la belleza
del mundo que esta pegada cada amanecer
en la ventana de la casa…
Nosotros, los escritores, tenemos siempre:
Una lapicera entre los dedos,
un papel esperando solitario.
En los ojos una ilusión,
en el corazón una esperanza,
en el oído la confianza
Y en el trazo de las manos,
enlazado y esperando
un poema
de amor para seguir pensando…
Lucy Vicente Derechos Reservados©
Lucy Vicente Derechos Reservados©
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