Soy
esa mujer…
La
que se hizo mil preguntas ante los silencios… la que callo ante el dolor y
muchas veces lo reflejo en el cuerpo…
Soy
esa mujer…la que conoció el sinsabor de la injusticia y supo reír en la
adversidad ...la que escucho su nombre y no pudo defenderse y dejo entonces que
se asiente el barro para que surja el loto tan preciado…
Soy
esa mujer que abrió su alma y allí muchos encontraron cobijo en sus palabras y
sirvió de enseñanza otra alma que, vibrando en igual sintonía estaría
agradecida… la que supo encender más de una lámpara cuando el camino se cerraba
oscuro y sombrío…y asi fue hallando la salida, con moretones y dolores pero con
mas ímpetu en seguirlo conociendo.
Soy
esa mujer que abrió sus brazos, abrazando la vida, entendiendo que a veces no
esta lejos la meta si miramos dentro…del alma escondida...la preciosa victoria.
Soy
esa misma…la que un día tú viste, triste y decaída; que sentía un peso que ya
la vencía…que la mirada decía lo que ahí había, pero aprendió a ser fuerte y
encontrar la salida.
Soy
esa mujer que conoció (como tú o como ella), tristeza, soledad, llanto, alegría
y alguna dolencia física que por ahí aparecía… que tuvo la dicha de llevar en
su vientre 3 veces la vida; que conoció en la infancia la mejor enseñanza en la
paz de la tierra...una escuela rural; que supo ser esposa, madre…que de grande
la mente siguió sin pereza estudiar y graduarse… que paso por momentos (como
tantos pasaron) que no guardó en su memoria, porque solo ahí se guardan
vivencias que suman…los que restan se borran.
Soy
la misma de siempre con mucha experiencia…cautela y silencio…palabras precisas
…amigos selectos y en el corazón y el alma mis hijos amados.
Soy
esa mujer… la que abraza y siente…la que no caretea y va de frente…la que hiere
si la hieres y paga con creces… la que
ama y entiende que la vida es breve como breve un suspiro…la que escribe
poesía, o riega sus plantas y florece con ellas cada lluvia caída, la que
detiene la marcha en pleno viaje a tomar fotografía si el paisaje amerita… la
que ama los atardeceres y el vino tinto…los días lluviosos o el colorido otoño
o esas nubes que dibujan siluetas o… el cielo en plena noche estrellado.
La
misma que viste por el piso y se puso los tacos saliendo a la vida con una
sonrisa…y los labios pintados…
La que
sufrió la tristeza de perder grandes amigos en este camino y hoy le sonríen
cuando los recuerda y habla con ellos en silencio de alguna macana que pude
mandarme…o alguna alegría que deseo que sepan…
Muchos
diciembre ya he transitado…desde aquella niña que lejos quedara, con sus rulos
difíciles y carácter complicado… la que creció en el campo, entre sembrados y
distancias…entre silencios y paz… la que agradece sus raíces porque la
fortaleza la absorbí de esa tierra, mi enseñanza, mis valores…
Soy
esa mujer, la que no pierde la esencia de niña traviesa ni de mujer adulta, que
siembra proyectos y espera confiada…abierta a la vida, a la simple vivencia de
lo que quede en camino… cumplir con los sueños, disminuir el paso, atesorar lo
real y lo sano, reír con ganas, escuchar y observar, reservar
pensamientos…anclar este instante, este presente, este rumbo, esto, solo esto
que hoy soy y agradezco a la vida…
Soy
la misma… tal vez tu no la entiendas, tal vez no la reconozcas… porque hoy mi
vida renace de tanta vivencia, se une a los trinos de los pájaros en vuelo, al
color del horizonte en un día soleado, a la rima de un verso o el sonido de un
piano…al abrazo de un hijo tan esperado…
… hoy,
sonrío al mirar esas fotografías y abrazo a esa pequeña que permitió ser la
mujer que soy en este instante. Gracias a la vida!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario